jueves, 9 de agosto de 2012


LOS PIOJOSOS EN EL PERÚ - UNA TORMENTA EN UN VASO DE AGUA
Lo que más indigna a los acomplejados, es que les digan la verdad. La verdad ofende a quienes viven de ilusiones. No les gusta que los saquen de sus sueños y los vuelvan a lal realidad. Uno de los recuerdos más impresionantes de mi niñez, es la figura cotidiana de la madre que tiene sentada a su hija, delante de ella, y le espulga los piojos.
Para mis ojos inocentes, era un cuadro natural. Un gesto de amor de la madre por su hija y una compenetración de la hija con la madre. Después supe que esa unión estrecha entre madre e hija era porque es malo tener piojos. La verdad de todo esto es que la mayoría de la población que no tiene agua, tiene piojos, y que quien tiene piojos, es piojoso. Pero, ¡Cómo le duele al piojoso que le digan la verdad!
En mi infancia también hubo un hecho incontrovertible. A los maricas le decían “pervertidos”, porque todo lo pervierten, todo lo cambian, a todo le encuentran explicación, cuando quieren justificar un hecho, y cuando no, le endilgan las peores críticas. Al amor homosexual, le llaman “amor puro, porque no hay intervención del sexo como entre el hombre y la mujer” y ocultan toda la mierda que hay escondida en las relaciones homosexuales.
Frente a mi casa había una familia de puros maricas y cuando salía de mi casa había uno que mandaba besitos volados y le gritaba maricón. Con el tiempo dejó de mandarme besitos volados, pero igual, le seguía gritando maricón. Más adelante, me agarró ojeriza y un día que salía de mi casa y le grité maricón, salió hecho un basilisco y se me echó encima a toda carrera para agredirme con las uñas puestas a punto, por lo que me regresé corriendo a mi casa y al escuchar el escándalo mi padre, salió para ver que pasa, encontrándose con el hijo que corre y tras él, el marica, quien se quedó helado a medio camino y mi padre gritó ¡Qué pasa aquí! Y el marica le dijo que venía detrás mio, porque le había gritado ¡maricón! Y mi padre le dijo. “¿Acaso no eres maricón?” y el marica respondió “¡Sí. Pero no es para que me lo griten!”
El cuento viene al caso, porque el maricón de Beto Ortiz, quien se cree la “prima dona” de la Televisión peruana, ha hecho un escándalo porque a los Boras otra prima dona de la Televisión chilena, envidioso por el rating que tiene un programa de la Amazonía peruana, en dicho país, tiene buena sintonía y es entretenido, para bajarle la audiencia, comentó que los Bora eran unos piojosos. Los bora no le han dado importancia al comentario malévolo, porque están felices con los chilenos que les han dado la importancia que ningún medio de comunicación social les ha dado y siguen contentos, sacándose los piojos, las liendres, las pulgas y los chinches, sin que les aumente el calor. Pero, el imbécil de Beto Ortiz, salió en la TV diciéndoles a los chilenos imbéciles, porque dijeron que los Bora eran piojosos, y pretendiendo darles una lección de geografía, explicó quienes eran los Bora Bora y que los chilenos se habían confundido como imbéciles que eran y que no sabían que los Bora eran una tribu de Perú, que nos había ofendido y blablablá, sin saber que los chilenos sí sabían quienes eran los Bora, dónde se ubicaban y es más, que eran los únicos latinoamericanos (para no ofender a nuestros magistrales productores de TV de Perú, que no han tenido esa gentileza) que tenían tan bien localizados a los Bora, que estaban con televisión y mamacitas, haciendo un programa amazónico que tenía un buen rating en su país, y que despertó la envidia de otra prima dona de la televisión, pero esta vez de Chile, que para bajarse a la competencia, minimizó al show amazónico chileno y dijo que los Bora eran unos piojosos. Los Bora, por supuesto, no hicieron caso del envidioso, y siguieron adelante, con sus piojos, las mamacitas chilenas y el productor, en el desarrollo del programa de televisión amazónico, conviviendo todos, Boras peruanos y piojosos, con los chilenos, que, sin problemas, compartían los mismos piojos, las mismas costumbres y los mismos sentimientos. El asunto pues, no tenía por qué ser tratado en los medios de comunicación de Perú, como un grave problema nacional. ¡Somos piojosos y los productores nacionales de Perú, no hacen programas televisivos en el interior del país, para no contagiarse con los piojos, como sí lo hicieron los chilenos!
Pero, como los maricas todo lo pervierten, Beto Ortiz, hizo el escándalo con ribetes de puro nacionalismo (¿No se acuerda que se va a USA, a enjugar sus lágrimas cada vez que le patean el trasero en la TV peruana?) y declaró imbéciles a los chilenos, y otro imbécil, el Presidente Regional, considerando que Beto Ortiz, es el Oráculo del dios Prensa, dispuso que de inmediato la televisión chilena, que nada tenía que hacer con el comentario del otro chileno envidioso, salga de Bora y se vayan del Perú, y los Bora se quedaron llorando, comiéndose sus piojos y extrañando a las mamitas chilenas y la televisión que los mostraba ante el mundo como seres humanos, como jamás lo había hecho o lo hará la televisión peruana, ni los políticos peruanos, que solo van a las aldeas en campaña electoral, para engañar y mal utilizar a tantísimo ignorante que habita en estas tierras, para lograr un voto, a cambio de la ilusión o gran estafa, que pronto todo va a cambiar y van a tener agua potable, para que se bañen y no tengan piojos.
Lo natural no tiene por qué ofender. Lo que Dios ha creado, no es ofensa. Lo que sí es ofensa es lo artificial, lo creado por el hombre, lo que el hombre, o mejor dicho, el marica, ha pervertido sin ninguna vergüenza, poniendo las cosas al revés. En lugar de criticar a los chilenos, por decir una verdad, debemos criticar a nuestros gobernantes, que desde hace 191 años, aún no pueden resolver el problema de los piojos, de las pulgas, de los chinches, que tienen como causa LA FALTA DE AGUA, y eso pone en el tapete el problema de Conga, porque los BORA piojosos, son la prueba rotunda e irrefutable que el agua es preciosa y que la debemos conservar, para que nuestros nietos no sigan siendo piojosos, como nuestros abuelos, que tampoco tenían agua para bañarse y por lo cual, las mujeres tenían que compartir tardes de comadrería y pacífica convivencia, espulgándose  unas a otras.
La verdad es la verdad. Tenemos piojos porque no tenemos gobernantes que conozcan la realidad nacional y son delincuentes, incapaces de dejar de robar, para dedicarse a servir al pueblo. Con toda la plata que se han robado los gobernantes (p.ej. dicen que Fujimori se robó 9 mil millones de dólares) desde el 28 de Julio de 1821, se hubiera construido un baño con agua caliente para cada hogar y hoy no habría ningún piojoso.
Y que Beto Ortiz se deje de vainas, porque el ex marido y concubino de la “robacable”, le dijo piojosos a todos los periodistas del Perú, por sus propios medios de comunicación, y ningún periodista se sintió ofendido, menos Beto.
Vale la pena recordar, a estos pervertidos, las palabras rotundas que los describen con toda verdad, contenidas en Romanos 2:29 “Por eso andan llenos de injusticia, perversidad,  codicia, maldad, rebosantes de envidia, crímenes, peleas, engaños, mala voluntad, chismes. Etc. De esto, Beto, tiene que aprender el “Valor de la Verdad” y o se su propia vanidad sin conciencia, que no sabe el daño que les ha causado a los Bora, con sus poses extravagantes, propias de un pervertido, irresponsable y egocentrista.