LOS PELÍCANOS Y DELFINES SE MUEREN POR CULPA DE
GOBERNANTES MEDIOCRES.
El antiguo Código Penal peruano, nos calificó a la
mayoría de salvajes y semicivilizados, como una forma de encubrir a los
imbéciles.
Personalmente, he clasificado a los deficientes mentales
en imbéciles, estúpidos e idiotas.
La base –imbéciles- son los que tienen retraso mental
por mala alimentación en la infancia. Son los que toda su vida tienen una
mentalidad de un niño de unos siete años.
Jurídicamente se nos enseñó que son seres que no pueden
determinarse según la consecuencia de sus actos.
La parte media- los estúpidos- son los que además de
una mala alimentación infantil, son hijos de padres alcohólicos, o hijos de
madre y padre imbéciles, que sumaron sus genes en un nuevo ser. Toda su vida
viven pegados a la mentalidad de un niño de dos años
Los idiotas, para mí, son la más grave de todas las
deficiencias mentales, y se trata de problemas estructurales, congénitos. El
ser nace con una deficiencia de origen y es irreversible. El ser humano no
logró desarrollar la inteligencia y se quedó en el cerebro del feto. No
desarrolló el mecanismo que lo integre a la vida social. Encapsulado en su
propia existencia, no se abre a la realidad y vive su misterioso mundo
interior, sin tomar conciencia de nada.
Ejemplos de cada tipo de deficiente mental, lo tenemos
a diario en la televisión, en cuyos noticieros se confunde la realidad con la
fantasía y no se sabe cuándo se informa un hecho real, de lo que es creación de
un guionista. Uno de los últimos ejemplos de imbecilidad, lo tenemos en el caso
del ministro Calle, que mentalmente está en la calle y es el botón de muestra
del imbécil, el tipo que no puede determinarse según la consecuencia de sus
actos. Firma un acta de sujeción a la dictadura Fujimontesinista, sin darse
cuenta de cuáles serían las consecuencias para el futuro, pare él, solo existió
el presente, y firmó. Luego, cuando al pasar el tiempo, se enfrenta a sus
consecuencias, con la irresponsabilidad del niño, descubierto in fraganti en su
malacrianza, no le queda otro recurso de gritar asustado: ¡Yo no fui! Y bueno,
en un niño, puede pasarse por alto ese tonto medio de defensa. Pero en un
viejo, como el general (r) (r= retrasado mental) guilber Calle, la afirmación
¡yo no firmé el acta de sujeción!, cuando todo el Perú lo ha visto firmar en la
televisión, demuestra su falta de reflejos, su mentalidad de niño, su retraso
mental para resolver un problema, que el tonto ni siquiera tuvo la duda de que
algún día le reventaría en las manos. Ese tipo de retraso mental, es el común
denominador de nuestro gobierno actual.
El problema de la mediocridad, fue in crescendo, desde
que el APRA tomó el poder, en el primer gobierno de Alan García, cuando los
imbéciles decidieron dar el voto a los analfabetos y de esta forma son los
ignorantes los que deciden quién debe gobernar el país, y de este modo, los
aptos, los idóneos, los ilustrados, la clase dirigencial, fue despreciada y la
chusma es la que elige a sus representantes, para gobernar. Es como si en un
hogar los padres decidieran que los hijos elijan a quien debe manejar a la
familia y así, como el hijo menor es el más querido, se decide que el niño de
cinco años mande.
Esa estupidez, la crearon los apristas, y desde ahí,
cada día son más los retrasados mentales que asumen los niveles de gobierno,
que a la larga, se someten a los grupos de poder –que tienen gente mejor
preparada para todo- y de esta manera se ha creado dos Estados. El Perú real,
del cebiche, el fútbol, la farra, el chisme, la droga y la corrupción, y de
otro lado, el Perú ideal, de la inversión, la moral, las esperanzas y
expectativas de un futuro mejor, que son la minoría o elite del país, que en su
mayor parte, son despreciados, segregados, envidiados y vilipendiados por la
mayoría de imbéciles y estúpidos que dominan en este país.
Es así que hasta ahora, no encuentran una explicación
que despeje las dudas respecto a la muerte de pelícanos y delfines y con su
retraso mental para dar una respuesta al problema, están afectando el Perú del
cebiche, y con ello a los pescadores y todo ese amplio espectro del que depende
un muy alto porcentaje de la población de la Costa.
Una teoría que se me ocurre, es que el problema nace en
Paracas.
Resulta que los imbéciles que gobiernan, como piensan como
niños, cedieron como tales, sin poder determinarse según la consecuencia de sus
actos, y concedieron a unos muertos de hambre, la explotación de Camisea (la
empresa se creó con un capital que no llegó al millón de Nuevos Soles) y
permitieron que se enclave en la “ZONA DE AMORTIGUAMIENTO DE LA RESERVA NATURAL DE PARACAS”
inicialmente con unos tanquecitos de almacenamiento, bien iluminados, y con un
par de barquitos al mes para la exportación.
Pero los imbéciles, desde Toledo, en adelante, no se
determinan por la consecuencia de sus actos, ignorando que los explotadores,
son insaciables y depredadores, por lo que se descuidaron y al no existir
mecanismos de control, Pluspetrol TRIPLICÓ, la capacidad de almacenamiento
inicialmente autorizada y han instalado elementos luminosos, acústicos y
paisajísticos altamente contaminantes en la bahía de Paracas, justamente en la
zona de amortiguamiento de la Reserva
Nacional de Paracas. Es decir, sólo a un estúpido como
Toledo, se le ocurrió poner en una zona de reserva ambiental, una industria
altamente contaminante, pero eso es otra historia.
El tema es que en Paracas, está la cuna, el criadero,
el desovadero, la incubadora, como quieran decirlo, de las anchovetas. En
Paracas es donde se reproduce esta especie marina, porque aquí abunda el
plankton y otras especies que permiten su alimentación, porque habían algas que
permitían que se reproduzca el plankton.
Bueno, al triplicar su capacidad de almacenamiento, la
voracidad de los explotadores de Camisea se desbordó y ahora ingresan a la cuna
de la anchoveta barcos gasíferos de gran capacidad que vienen desde distintos
mares, cargados con agua de lastre y en lugar de arrojar el agua (con sus
especies biológicas de otros ambientes) en aguas internacionales, la arrojan en
la misma bahía de Paracas, con lo que han generado que especies raras, que no
existían en nuestro mar, se reproduzcan de una manera geométrica, y hayan
depredado la cuna de las anchovetas, y bueno, esas especies, todo el mundo lo
sabe, cuando logran adaptarse a un ambiente nuevo, o desaparecen en el ambiente
hostil, o se reproducen y se hacen dueños del nuevo ambiente y lo depredan.
Como la corriente de Humboldt fluye de Sur a Norte, nadie puede negar que
nuestras especies hidrobiológicas lleguen hasta la altura de Piura, donde choca
con la corriente del Niño.
Volviendo al tema. Los barcos gasíferos de inmenso
tamaño, hacen girar sus también inmensas hélices, y como están en la bahía,
revuelven el fondo marino, que tiene metros de altura de los deshechos de
plankton, fitoplankton, algas, conchas y todas las especies marinas durante
miles de años, y ese lodo marino que estuvo por centurias, en reposo, ha fluido
a la superficie y todos sus virus, bacterias y qué se yo, que estuvieron enterrados, se los han comido
los plankton y demás especies, así como los depredadores traidos por los barcos
gasíferos, y bueno, creo que se ha generado una especie tóxica para los
pelícanos y delfines, que no han podido sobrevivir, y no sabemos todavía,
cuántas otras especies se están extinguiendo a causa de los depredadores.
De otro lado, la turbulencia que producen los barcos,
ha levantado el lodo marino en reposo de la Bahía , por lo que no podemos saber.- por el
momento- si ha alterado la salinidad y la temperatura de las aguas, y si tal
alboroto ha producido cambios en la corriente peruana, y cuyos efectos,
posiblemente, sean la muerte de pelícanos y delfines. Habría que estudiar el
tema.
En fin, si los retardados mentales, no buscan personas
que sepan, y se adelantan a los hechos, creo que es posible que en el futuro,
tengamos peores efectos, que son consecuencia de la estupidez humana,
predominante entre quienes nos gobiernan, salvo mejor parecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario