jueves, 10 de enero de 2013

MURIO LA MANCÓ

MURIÓ LA MANCÓ
Cuando leí la noticia no lo pude creer. ¡La mancó ha muerto! ¿No decian que las maricas nunca mueren?.
Al menos, eso es lo que decía Luchito Montero, la decana de los maricas en Pisco.
Luchito tenía una piel sin arrugas, pese a su edad provecta y Miguelito Silmi le preguntó qué comía para no tener ni una pata de gallo, y luchito le confesó que se ponía supositorios de glicerina, que era bueno para la piel, que no dejaba que se arrugue, porque le formaba capita de grasa bajo el cutis. Después de seis meses, Miguelito, le recriminó a Luchito, que se había metido los supositorios de glicerina todos los días, pero veía que no le hacía efecto y se le estaba formando tenues patitas de gallo. 
- ¡Dime la verdad, mentiroso! -le dijo Miguelito- ¿Qué comes para que no te salgan arrugas?
Luchito, guardó silencio, y después de mirarlo un rato, le dijo:
- ¡Me da verguenza decírtelo! No me lo vas a creer.
- ¡dímelo nomás, luchito, que soy todo oídos!, le respondió Miguelito.
Luego de musitar palabras inteligibles, por largo rato, al final del dijo:
- ¡Bueno pues! Si quieres saberlo, ahí va. ¡chupo pinga!, ¡el  semen es buenísimo para evitar arrugas!
Después de seis meses más, Miguelito se volvió a encontrar con Luchito y le reclamó:
- ¡Oye lucho! ¡Eres un mentirosillo de miércoles! ¡Llevo medio año chupando penes, y no veo que se me borren las patas de gallo!
- Es imposible, le dijo Luchito, yo te lo garantizo, el líquido seminal es lo máximo para evitar las arrugas.
- ¡No me mientas más, por favor, le dijo Miguelito, tu me escondes algo.
- Mira, Miguelito, la verdad es que el semen es bueno para el cutis, pero no es cierto que sea bebiéndolo, sino que te lo tienes que meter por atrás.
Al año siguiente Miguelito se encontró con Luchito, y éste le dijo 
-¿Y qué tal te va con el tratamiento para las arrugas?
A lo que Miguelito contestó, con esa voz engolada, como si estuviera comiendo una papa rellena caliente y no aguantara los mocos:
- ¡Ay lucho!, Después que he estado metiéndome supositorios, chupando pene y metiéndome tanto líquido seminal por el culo, me he vuelto una loca degenerada ¿A quién le importan las patitas de gallo que me puedan salir' ¡Hazme el favor!
Y bueno, después de Lucho Montero, de Miguelito Silmi, apareció Maritza, la china Lau,  la Nieto y después, la Mancó. ¡Definitivamente la mariconada es contagiosa, porque ahora hay más de veinte mil rosquetes en Pisco, y más de la mitad es solapa.
Por eso es que dicen que los maricones nunca mueren, como el APRA, porque crecen como la mala hierba.
Antes, en la TV, sólo había una marica, la Pablo de Madalengoitia, pero ahora toda la televisión está llena de maricas, y no hay programa en que no aparezca uno que se chorrea todita, como el caso de la Beto, la popular TBC, que aparte de poner la boca como si te fuera a besar, es contagiosa como la tuberculosis, pero nadie la quiere. ¡Odiosa! ¡Detestable como es!
Ytambién tenemos a la Carlos Cacho, que es más odiosa todavía y la chismosa mariposa, la Peluchín,  Metiche, y tanto rosquete, que - no se si se habrán dado cuenta- el Mario Hart, el Zumba, el Barraza, y hasta el narizón Federico Salazar, hacen esfuerzos sobrenaturales para que no se les note que algo se les está chorreando por ahí, y están en la etapa avanzada del supositorio de glicerina, y algunos ya empezaron a chupar cualquier cosa, pero de que van camino a ser rosquetes, no cabe la menor duda. Por lo menos, el virus, ya está adentro y se nota la comezón.
Cuando leí la noticia, Murió la Mancó, lo primero que vino a mi mente fue: ¡Una pinga envenenada! Porque la Mancó era la marica eterna, el blanco de todos los chistes, el bulling adecuado para reirse en todas las reuniones, ¡Toda una institución! ahora nos hemos quedado sin  tan admirable modelo de rosquete, que nunca se picó por las burlas y bromas de los demás. Nunca le recriminó nada a nadie, ni siquiera al cholo Libbys, la mejor mostaza del Perú, el gringo Hellmann's mostaza con sabor peruano o el negro Alacena, la mostaza que se vende al más bajo precio, porque se mostraban homofóbico. ¡Lo querían matar partiéndolo en dos, pero la Mancó aguantaba las puñaladas estoicamente y parecía que a la fuerza, nunca lo podrían matar. Por eso pensé que se habían puesto veneno en la pieza, para poder matarlo, pero no. Murió de muerte natural.
O sea cuando a un marica nadie lo cochinea, nadie lo menciona, nadie le da bola, es natural que se muera, porque, la verdad, los maricones han nacido para el escándalo, el figuretismo, las apariencias, el show. Pena, La Mancó, mancó por inanición. En el olvido.










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