lunes, 19 de marzo de 2012

Cuando los imbéciles toman el poder

 El antiguo Código Maúrtua calificaba a la mayoría de peruanos como salvajes y semicivilizados y en "La Rebelión de las Masas" Ortega y Gasset determina que el hombre masa es dañino para sí mismo. "Destruye aquello que más le va a servir", dice el filósofo. En el aprendizaje del Derecho, por ahí leí que el imbécil no puede determinarse por la consecuencia de sus actos. Y bueno, en el Perú, la mayoría de los que hoy gobiernan, pueden encajar perfectamente dentro lo la tipología que he mencionado. Son tan imbéciles, que no se dan cuenta de que lo son. El imbécil es la categoría más leve de los deficientes mentales, y son tan imbéciles, que no tienen la solidez del estúpido, que se comporta con mayor eficiencia de su estado deficiente que todo el mundo lo puede apreciar. Y es menos perfecto que el idiota, cuyo estado de deficiente mental nadie lo puede poner en duda. Pero el imbécil es un idiota imperfecto y un estúpido ineficiente, por lo que la gente se confunde y en la mayoría de los casos  no los puede identificar como deficientes mentales.
El imbécil, pues, tiene una apariencia física de un ser normal. Sus gestos y ademanes son los de un sujeto normal. La diferencia entre un imbécil y un ser normal, es que éste tiene inteligencia y objetividad, es decir,  sabe relacionar medios con fines y que la realidad está fuera de su cabeza. En cambio el imbécil, cree que las tonterías que bullen en su cerebro, son cosas de la vida real, que las cosas tienen que ser así, como los concibe en su magín y no de otra forma y carece de la capacidad para relacionar los medios con los fines.
Ejemplos: Hace años, se publicó la noticia de que un conductor de moto car, subió en su vehículo a sus padres, esposa, hijos y unos hermanos, en total nueve personas, para ir, desde su cerro, a la playa. En su magín, imaginó que podía conducir perfectamente a todos, en el endeble vehículo, que los frenos y engranajes los habían fabricado para soportar cualquier peso, y que tenía la capacidad suficiente para conducir el vehículo de bajada, desde un cerro con pendientes de hasta 40 grados. El asunto es que la realidad le demostró lo contrario. Cuando tomó velocidad, la moto car no la pudo detener con toda su pericia, con todo su peso sobre los frenos, y con todos los gritos horrorizados de sus familiares. al tomar la primera curva, el vehículo siguió la línea recta y se desbarrancó.  Murieron todos. Así como ese imbécil, hay gente que cree que tiene capacidad para gobernar un país, sólo porque algunos otros imbéciles le dicen que son conocidos, que tienen gente y que pueden gobernar.
Sin ideas, sin ideologías, sin doctrina, se lanzan a la política y creen poder resolver todos los problemas de su pueblo, con apenas unos años de estudios primarios, con suerte, con una secundaria completa y, raramente, con estudios universitarios incompletos o concluidos a la torera. Después, cuando ganan el proceso electoral, no saben qué hacer y comienzan los errores clásicos y predichos por los sabios. "El inteligente previene, el torpe (ignorante o más exacto, el imbécil) se lamenta (llora sobre la leche derramada) y comienza por destruir lo que les es más útil.
Así, por la arrogancia conque dejan en evidencia su ignorancia, se creen reyes o dioses, se apartan del pueblo que les dio su voto para que lleguen a ser autoridades, y con su conducta despreciable y vil, y sus represalias contra todos aquellos que no son de su simpatía,  destruyen la democracia, que es el sistema que les ha dado razón de su existencia, envilecen la administración pública, incluido el servicio de justicia y hacen que el pueblo, en revancha, elija a otros peores, para que se termine de fregar el sistema, "agudizar las tensiones sociales", dicen los comunistas, de tal forma que cada dia el sistema se envilece, se pervierte más, hasta llegar al estado actual, en el cual, ya nadie confía en la democracia y están a la espera de un cambio, el que sea, con tal de terminar con éste. he ahí la razón de tanta violencia. Ahí la explicación del incremento del índice de criminalidad. Ahí la razón por la cual la juventud ha preferido el camino de vicio y la degradación. Esa es la consecuencia de elegir a imbéciles, para que gobiernen. Como dije al principio, Tales imbéciles no pueden determinarse por la consecuencia de sus actos. Actúan y listo. para ellos no existe más razón que su propia voluntad.

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