miércoles, 21 de marzo de 2012

VARGAS LLOSA Y SU DEMOCRACIA SIN POPULISMOS

VARGAS LLOSA  Y LA DEMOCRACIA SIN POPULISMOS 
Qué pena que Vargas Llosa haya vivido tan empecinado en ganar un Nobel, que se dedicó a escribir novelas en base a su vida privada, que al final se ha metido a vivir una novela, muy apartado de la realidad peruana, y así afirmar, sin pizca de contenido analítico político, que vivimos la mejor democracia y completa el sinsentido, pidiendo que no se caiga en populismos.
Craso error.
Demo viene del idioma griego y significa pueblo. Su correlato en idioma latín, es "populi" por lo que tanto democracia, como populismos, se refiere al gobierno por y para la mayoría, en este caso, el pueblo. No es posible pues afirmar que vivimos la mejor democracia, y pedir que se gobierne sin tomar en cuenta las necesidades del pueblo. Vargas Llosa está fuera de la realidad. y como la mayoría de indígenas peruanos, cree que un título (premio Nobel) le da autoridad para opinar como un erudito en todo. El temido "sabiondo" que tanto daño ha hecho al proyecto de transformación nacional. Acá todos son sabios y con un conocimiento apenas epidérmico de cualquier ciencia o técnica, hacen afirmaciones apodícticas acerca de temas en los cuales son neófitos. Recuérdese el discurso del verborrágico Alan García, recetando la nanología para el desarrollo nacional. También recuérdese que a Víctor Raúl Haya de la Torre, alguien le dijo que tenía un mar de conocimientos, pero de un centímetro de profundidad.
Tal afirmación le cabe, como anillo al dedo, al comentarista político Mario Vargas Llosa, que  que desluce su título como premio Nobel y lo convierte en un comentarista novel.
La afirmación de Vargas Llosa, me recuerda a María Antonieta, la Reina de Francia que de política no sabía nada y por su estupidez de opinar sin profundidad, perdió la cabeza.
No es posible que exista la mejor democracia, cuando el hermano del Presidente goza de privilegios en una cárcel dorada, cuando la esposa del Presidente se entromete en los asuntos de gobierno, sólo porque su marido es quien gobierna, y cuando todos los funcionarios públicos, sin excepción, se someten servilmente a la voluntad del gobernante de turno, sin hacer respetar sus fueros, y donde el presidente gobierna el país como si fuera su chacra.
No es posible la democracia, cuando los funcionarios públicos no respetan la dignidad de los ciudadanos y disponen de la cosa pública como si los ciudadanos no existieran y toman decisiones sin tomar en consideración la voluntad de la mayoría, ni la imperatividad de la ley y los jueces demoran la expedición de sentencias, esperando el visto bueno de sus superiores, para que no se las vayan a revocar o sancionarlos por haber fallado en contra de algún amigo o influyente de los magistrados de más alto nivel.
No hay democracia, cuando el Presidente calla ante las evidencias de corrupción enquistadas en todos los estamentos del Estado, y declara que éstos son temas menores, y no aclara cuáles son los temas mayores, porque, en la realidad, no existe ninguna obra de envergadura, ni siquiera planes para prevenir los desastres, a pesar que el sismo de Pisco, de 2007, ha demostrado que cuando no existe planificación, no es posible ninguna reconstrucción y si no ha aprendido de la desgracia, menos va a aprender de los éxitos económicos que nos va deparando el sistema capitalista universal. El Perú, camina a la deriva y todos callan, porque es la lógica del sistema. Callan los cobardes, en cambio guardan silencio los prudentes. Y en esta seudo democracia (verdadera Oligarquía) no existe ninguna persona prudente. Vale decir, todos son cobardes, que callan ante el Poder de la corrupción, por la avidez del dinero que tiene la gran mayoría de seudo políticos que nos gobiernan.
No es posible la democracia, cuando a los pobres no se les dice la verdad, sino que se les engaña con vanas promesas e ilusiones de prestidigitadores, para hacerles creer que pronto se les resolverá los problemas de la comunidad, con la certeza del oferente que nunca se hará realidad lo prometido.
No es posible la democracia, cuando no existen partidos políticos que propongan una ideología, para que el pueblo se organice y trace su destino, y nos gobiernan oportunistas, que se unen con el fin de participar en un proceso electoral y luego se esfuman o cambian por otro nombre. sin ideologías, ni doctrina, no es posible establecer las fuerzas políticas, que renueven las ideas del país, y creen corrientes de opinión y fundamentalmente, tengamos interlocutores válidos para discutir los temas del Estado, (determinen cuáles son los temas prioritarios y cuáles son los temas menores).
El Perú, para mal del Premio Nobel, tiene una realidad plagada de traiciones, componendas y corrupción. Y lógicamente, donde hay corrupción, no hay democracia, porque todo se vende, todo se compra y siempre, el perjudicado es el pueblo, porque la mayoría, no tiene dinero para comprar justicia y menos la conciencia de quienes la administran. Como abogado, desafío a Vargas Llosa, que demuestre cómo opera la "mejor democracia que existe en el Perú", en el Poder Judicial, el Ministerio Público, el Congreso, el Consejo de Ministros, y demás instituciones administrativas donde cada uno, sin que el Presidente se lo pida, está ansioso por agradarlo y hacer su voluntad, y al final, el Presidente descubre que tiene un poder omnímodo sobre todos los servidores públicos, que se han convertido en sus siervos, sin que lo declaren públicamente el vasallaje, como en la antigüedad, y sin que los obligue a postrarse de rodillas, lo que significa la tiranía, embozada tras el pañuelo del mago que nos distrae y no nos deja ver la realidad.

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