POR QUÉ SE CORRIGIÓ LA LEY
HOMOFÓBICA DE LA
PNP.
Cuando mi perro estaba chico, lo
sacaba a la calle con su traílla Con el tiempo dejé de sacarlo a la calle,
para que callejeara solo y se hiciera hombre, o mejor dicho perro, en todo el
sentido de la palabra. Que vaya tras las perras cochinas, que se pelee con
otros perros, se mee donde le de la gana, deje hijos botados por cualquier
parte, sin ninguna obligación y se cague en la noticia. ¡Todo un hombre! Y
además ¡Peruano!, digo ¡Perruno!
Ayer, me encontré la traílla y me
dispuse a pasearlo como antaño. Cuando le estaba poniendo la traílla, se le
salió el pene. No es que se le salió del
cuerpo y se cayó al suelo, No, eso no. Se le salió esa vainaza roja, gruesa y
húmeda, o sea, para entenderlo bien ¡Se le paró! Como no se le para a Fujimori
y por usar la lengua, ya ven lo que le ha pasado. La vieja aguantada de María
Luisa, dice: “Usted no sabe lo que sufre el presidente. Si a usted le sale una
ampollita en la lengua, busca que se le cure para poder comer sin que le duela”
y el chino, por comérsela sin que le duela, le metía lengua y una ampollita de
herpes se le pasó y ahí están las consecuencias.
Cuando vi al perro en esa
disposición, llamé al veterinario para preguntarle ¿Este conchesumadre me verá
como si yo fuera la Carlos Bruce ?
¡Está huevón? Pero luego nomás, el veterinario
me sacó de la duda razonable. El animal reacciona ante sus estímulos
primarios. Ha recordado la época en que usted lo sacaba a pasear y así como la
campana de Paulov, ante la colocación de la traílla, se le ha despertado el
placer recordando todo lo vivido con usted en sus paseos, sáquelo nomás a
pasear y todo vuelve a la normalidad.
¡La puta!, dije yo. ¿Y como cuando
me saco el calzoncillo, no se me para el pájaro, de pura emoción de todos los
culos que me han paseado cuando estaba calato?
Pero, ese no es el tema que quería
tratar, sino el fondo de la cuestión es que los seres humanos, como los
animales, respondemos a los instintos primarios y en verdad, hay cosas que
despiertan nuestros recuerdos y sentimos placer, o dolor, ante ciertas
imágenes, que nos recuerdan la infancia, porque, en suma, somos la suma de
todos los estímulos que recibimos en la infancia. La mano cariñosa de la madre
acariciando al niño, después se refleja en la sensación de placer cuando te
manosean la barriga o la espalda, según sea el caso. Es decir, cuando uno es
hombre, te soban tanto la barriga, que el mayor placer, cuando ya estás viejo,
es sobarte la panzota que te salió de tanto tragar. Mi hermano Manuel, por
ejemplo, decía que su panza era su Banco y que en él tenía ahorrados unos dos
millones de soles, en pura comida. Y yo le creo, aunque ahora todos sus ahorros
se lo han comido los gusanos. ¡Millonarios los huevones!
Y ahora que leo que en la ley del cachaco
Humala, que prohibe las relaciones homosexuales, escandalosas por si acaso,
pienso si no se trata de reminiscencias cuarteleras, que el cachaco no quiere
recordar, o si las recuerda, no quiere que las disfruten otros uniformados.
-¡Sargeeee! Dicen que ya no podemos
salir agarrados de las manitas, porque nos pueden botar del servicioooo.
- ¡Cállese soldado! ¡No haga caso
de las malas informaciones de periodistas afeminados! ¡Lea bien! ¡La ley dice
que sólo se botará a los cabros escandalosos! ¡Escandalosos! ¿Escuchó? ¡Es-can-da-lo-sos!
Así que ¡Siga así, solapa nomás, que no le va a pasar nada!
- ¡Madre Mía! ¡Bueno! ¡Pero qué
pena que ya no vamos a poder chaparnos rico en el patrullero!
- ¡No sea usted tonto, soldado! ¿No
se ha enterado que ya borraron eso de “escandaloso” con una fe de “Ratas”? Lo
que el espíritu de la ley quiere es que su mujer no se entere de nada de lo que hacemos en el cuartel, y nada más!
Y así, como dice la canción, “La
vida, sigue igual”
La mariconada en los cuarteles seguirá
como los que cantan la salsa favorita de los principiantes: “parece que me
estoy acostumbrando, parece que me estoy acostumbrando”, o el vals “Debut y
Despedida”, cantada por los Kipus: “Quédate sentada donde estas hasta el
final de la canción como si nada..., piensa que a tu lado hay un control que puede
malinterpretar ciertas miradas.” Y en el
mejor de los casos, “no me vuelvo a enamorar”, pero en la letra de Juan Gabriel
y no de Julio Iglesias.
Y a propósito de las
iglesias, se está difundiendo por todo el mundo que se acaba el 21 de diciembre
por obra y gracia de los Mayas, que desparecieron del mapa hace más de 500
años, sin haber podido anunciar su propia desaparición, y por si acaso, dicen
en las redes, se va a apagar todo sistema energético, de tal manera que no
vamos a tener TV, Internet, radio, teléfono y todos esos adminículos que nos
hacen la vida cómoda. Inclusive se recomienda no tener objetos metálicos cerca,
porque la descarga energética, por el alineamiento solar y las llamaradas
solares, pueden provocar serios problemas.
Hay que esconder al
abuelito, que tiene marcapasos, porque se le puede parar el corazón o reventar
la pila del aparato y lo van a encontrar con un hueco, en el pecho, después que
pase el susto.
Los que tienen muelas
postizas, mejor que se la quiten porque les puede provocar una descarga
eléctrica y van a temblar más que epiléptico con mal de Parkinson.
Los que tengan clavos
entre los huesos, ya saben, a ponerse a buen recaudo y mejor si se forran el
miembro con un aislante, tecknopor, o cualquier cosa que los proteja de las
descargas eléctricas. No vayan a utilizar asbesto, porque pueden arder, como el
cojudo que en un desfile militar en Piura confió en los trajes que compra el
ejército y se acercó a una bengala y ardió como antorcha de olimpiadas.
Pobrecitos los que
tienen piercing de metal barato, porque el otro día el “zambo Pepe”, pasó por
debajo de un cable de Alta Tensión y entró la estática por el piercing que
tenía en la nariz, y le hizo cagarse el pantalón, porque los esfínteres no
aguantaron el sacudón. Ahora ya no le dicen el “zambo Pepe”, sino “Negro Cagón”
Mi preocupación es por
mi Tía Concho, que usa T de cobre, y si la alcanza alguna descarga
electromagnética espacial, va a bailar el baile del caballo, sin música, pero
igual, con las patas de saltimbanqui, sin poder parar. Yo no se sí el coreano
PSY le irá a cobrar derechos de autor, pero, de que mi tía Concho va a bailar
el baile del caballo, o mejor dicho de la yegua, ¡Lo bailará! ¿Y cómo le
quedará a mi tía Concho, la concha, después de la descarga eléctrica en la T de cobre?, ¡Es la pregunta del
Fin del mundo.!
Volviendo al tema, me he
enterado que se ha suprimido la parte homofóbica de la Ley , mediante fe de erratas,
de Ratas, querrán decir, porque estamos hablando de meter rata en forma
escandalosa, o ruidosa, por eso es que se ha corregido la norma, porque ayer,
los policías de servicio se han demorado en levantar, dizque, en la noche, un
cabo y un alférez no los han dejado dormir, con ruidos que iban desde el
schuchppsss, chuis, schucchpss, glam, glam, glam, hasta el ups, ups, ups, choclok, choclok, choclok, hasta el
raque, raque, raque, shitsss, shitsss, shitsss, ¡sposch!; en forma tan ruidosa,
por espacio de tres horas, que los ha dejado con los sesos hechos puré, y las
ojeras como las del papá de Ollanta, por lo que de inmediato se ha tenido que
borrar la norma estúpida, para que todo vuelva a la normalidad y los policías
tengan sus relaciones como antes, como si fueran turrones “San José” ¡Suaveeciiitooo!
muy buena jijijijiji
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